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Día Mundial del Autismo, 2 de abril

Fecha: 
02/04/24
Categoria: 
General
Foto: 
Día Mundial del Autismo, san juan de dios, ciempozuelos, tea, trastornos de conducta

“El uso de la estimulación multisensorial con los usuarios con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y trastornos de conducta está dando muy buenos resultados a la hora de controlar sus impulsos ya que se benefician de un entorno tranquilo y agradable, una estimulación sensorial externa alternativa a la que se producen con sus estereotipias, y un espacio diferente en el que crear un vínculo especial con personal de referencia”, explica Sara Pascual, psicóloga del Área de Personas con Discapacidad Intelectual y/o del Desarrollo del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos.

Cada persona con autismo es distinta y el objetivo es que cada profesional conozca al autista y genere un vínculo terapéutico. Para ello, trabajamos por conocer sus habilidades, gustos, cualidades, etc. El vínculo terapéutico crece cuanta más atención se presta y más tolerancia hay, explica José Luis Carcedo, trabajador social del Área de Personas con Discapacidad Intelectual y/o del Desarrollo del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos.

Como explica Carcedo, cualquier actividad con las personas con autismo debe partir desde el cuidado y el respeto, “no podemos ayudarles si antes no les conocemos”.  “Antes de hacer cualquier actividad con ellos -explica el trabajador social- suelo pasar varias horas al día con ellos y así en el momento en el que se realiza la actividad (acudir a una cita, un evento, un juzgado, una comisaria, firmar una documentación, ver a su madre) son más proactivos y no necesito el apoyo de terceros”.

Sara Pascual, apunta que las dificultades en el procesamiento de la información y en la sensibilidad hacia los estímulos externos es un factor que se tiene en cuenta de forma prioritaria en su intervención. “Para ello, contamos con estrategias preventivas de enriquecimiento ambiental, estructuración del entorno, adaptación de los programas, señalética en las estancias, implementación de sistemas alternativos y aumentativos de la comunicación, horarios adaptados, anticipación de las actividades, etc. que nos permiten reducir los niveles de estrés e incertidumbre y por tanto los episodios de alteración conductual”. 

El autismo y los trastornos de conducta

Debido a sus múltiples causas y manifestaciones, es difícil aportar una definición universal, pero, de forma general, los trastornos del espectro autista (TEA) se pueden definir como trastornos del neurodesarrollo de curso continuo y se caracterizan por la aparición de dificultades en la interacción social y en la comunicación, así como la aparición de unos patrones comportamentales restringidos, repetitivos y estereotipados.

Como explica la psicóloga, en el Área de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual del Centro San Juan de Dios se presta atención integral y especializada a personas adultas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo que tengan, además, asociados graves trastornos de conducta y que no pueden acudir a otros centros ordinarios de discapacidad y/o autismo ni ser atendidos en su medio familiar habitual.

“En el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos nos encontramos con que en muchos casos las personas con TEA no presentan lenguaje verbal por lo que se añaden dificultades importantes a la hora de proporcionar una psicoterapia ordinaria que habitualmente se realiza a través del lenguaje. Por ello, hemos de focalizarnos especialmente en variables ambientales y ecológicas, así como en las claves o indicadores conductuales y biológicos que nos den pistas sobre cómo orientar tanto el diagnóstico como la intervención”. 

“Otra variable que puede dificultar su adaptación al entorno -añade Sara Pascual- la constituye una frecuente presencia de rigidez cognitiva y sus dificultades en el procesamiento de la información. Nuestra actividad cotidiana se encuentra repleta de claves que nos proporcionan información por adelantado o a posteriori que nos ayudan a interpretar lo que sucede a nuestro alrededor. Las personas con TEA tienen dificultad para comprender todas estas claves por lo que hemos de facilitarles dicha comprensión a través de apoyos externos ajustado a sus necesidades”.

El papel de las familias en los planes individualizados 

En el Centro San Juan de Dios, todos y cada uno de los usuarios dispone de un Plan de Atención Individualizado (PAI) con los objetivos a trabajar y las actividades en las que va a participar, a través del cual se promueve su atención integral y desarrollo personal y social.

Como explica Pascual, en relación a los hitos que se plantean con los usuarios, el equipo terapéutico junto al residente y su familia establecen aquellos objetivos que sean significativos y funcionales considerando sus capacidades y preferencias. “De manera más específica en los usuarios con diagnóstico dual TEA y discapacidad intelectual se hace especial hincapié en prestar los apoyos que necesitan en las áreas en las que aparecen más dificultades, que como indicaba al principio fundamentalmente son el área de comunicación e interacción social y el área conductual”, añade la psicóloga.

El papel de las familias es muy importante también desde el Trabajo Social. Como manifiesta José Luis Carcedo, fueron las familias las primeras en llevar a sus familiares a eventos fuera del CSJD, mostrando así la importancia del trato individual. “Cuando una persona muestra sus intereses, se hace todo lo posible para facilitarle ese espacio donde él se siente realizado y seguro. Por este motivo, muchas veces los encuentros con las familias son compartidos también con un profesional”.

“Tenemos muchos ejemplos de colaboración con los usuarios y sus familias que han generado que la persona se comunique más con su entorno”, observa Carcedo.

“También ayuda el trato con la familia a no definir a los usuarios en términos clínicos estándares como “gravemente afectado”, “de bajas capacidades”, definiciones en términos de déficits sino volcarse en lo positivo, en sus capacidades creativas”, avanza el trabajador social. Las familias que llegan son expertas en sus hijos su colaboración es fundamental para dar consejos que allanan el camino en el entendimiento y mejoras que se pueden hacer en: salas, juegos, espacios, tiempos de atención, actividades…