Modelo Asistencial

El Modelo de Atención del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos sitúa, como núcleo del mismo, el respeto a la dignidad de la persona, considerando este valor como de carácter universal. Desde este punto de vista, la persona tiene un valor en sí misma y no en base a circunstancias o a elementos internos o externos a ella.

Por lo tanto, nuestro Modelo debe orientarse en todo momento a preservar la dignidad de la persona atendida que, fruto de su discapacidad, enfermedad o exclusión, pierde parcial o totalmente su autonomía, es decir, su capacidad para tomar decisiones, elemento imprescindible en la configuración de la dignidad.

Este Modelo, así definido, incorpora los elementos de gestión necesarios para su desarrollo y, además, lleva implícita la “presencia” de la Identidad de la Orden Hospitalaria; la Hospitalidad como metavalor, que incluye el respeto, la calidad, la responsabilidad y la espiritualidad como valores principales. La gestión excelente derivada de la aplicación de una manera de hacer las cosas junto a la incorporación de las evidencias de esta Identidad es lo que llamamos Gestión Carismática.

Este Modelo centrado en la dignidad de la persona se sustenta en tres pilares fundamentales:

  1. En primer lugar, el propio binomio paciente/familia, sus circunstancias, sus valores, sus expectativas y su entorno. Es necesario que reflexionemos sobre las necesidades de nuestros pacientes no sólo desde el concepto de receptor pasivo, sino desde la perspectiva de agente activo en ésta, que participa, que interactúa y que necesita agilidad de respuestas, seguridad y calidad en la atención, resultados y eficiencia.
     
  2. En segundo lugar, el papel de los profesionales, que deben ser competentes para asumir su responsabilidad en sus ámbitos de decisión (binomio autonomía-responsabilidad), por lo que deben conocer la realidad que les rodea, en la que participamos activamente y que tienen que asumir.
     
  3. En tercer lugar, y por último, la necesaria evaluación de nuestras acciones y resultados. Sin conocer lo que hacemos, cómo lo hacemos y los resultados que obtenemos no podemos mejorar e implantar nuevas acciones. A partir de cada uno de estos tres pilares del modelo se desgranan y explicitan en las líneas de desarrollo que se exponen a modo de herramientas de gestión que debemos aplicar para hacerlo realidad, englobando a todos los que formamos parte de cada centro.